¿Cómo educar en el sentido del humor?
- Educamos en Familia
- 3 abr
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr
Se ha demostrado que los padres que tienen sentido del humor contribuyen a un ambiente familiar más positivo y a que sus hijos crezcan más alegres y felices. Pero no queremos que “tener sentido del humor” se convierta en una exigencia para ti. Es algo que es deseable pero no siempre se está de humor (nunca mejor dicho) o no todos tenemos la misma facilidad para expresarlo.

Sea cual sea tu situación, creemos que estos consejos te serán de gran ayuda:
Convéncete de que la alegría es una elección. Sin duda este es el primer paso para ser un ejemplo de sentido del humor. Tenemos mucho más control sobre nuestro estado de ánimo del que pensamos. Si tú quieres ser más alegre y contagiar esa alegría en casa, puedes conseguirlo pero tienes que ¡creer que puedes!
Sonríe. Muchos adultos, cuando echan la vista atrás, aseguran no recordar a sus padres riendo o divirtiéndose. Sonreír es mucho más fácil de lo que parece a priori. Simplemente consiste en curvar hacia arriba los labios y mover unos cuantos músculos de la cara. ¿Por qué no pruebas a hacerlo mientras lees estas palabras? Sencillo, ¿verdad? Acostúmbrate a hacer este gesto, a sonreír cuando veas a tus hijos jugar, cuando salga algo divertido en la televisión, cuando alguien cuente una anécdota graciosa… Es curioso que aunque haya cosas que nos hagan gracia, con frecuencia no lo exteriorizamos en forma de sonrisa. Proponte sonreír más y recuerda que la alegría es una elección.
Una idea que nos parece muy divertida es hacerse una foto familiar en la que todos los miembros de la familia muestren una gran sonrisa. Después se pone en un lugar visible de la casa y cada vez que se pase por delante de ella hay que sonreír.
Deja espacio a la diversión. Las obligaciones, el estrés, las prisas… El estilo de vida actual deja poco hueco al esparcimiento y al ocio. De hecho, cada vez con mayor frecuencia, lo que se hace durante el tiempo libre se acaba considerando una obligación. Es importante que le des valor a pasar momentos de diversión ya que es algo que contribuye enormemente a tu alegría y a tu sentido del humor. ¿Con qué te lo pasas bien? Reuniones con amigos, ir a un monólogo, salir a bailar, ver películas de comedia, jugar a juegos de mesa, hacer deporte con la familia… Asegúrate de que haya espacio en tu agenda para la diversión y dale prioridad a aquellas cosas que te hacen feliz.
Al mal tiempo buena cara. Simplifica las cosas e intenta no dramatizar. Observa los contratiempos de la forma más objetiva posible, relativizando todo lo que sea pueda y sin caer en la negatividad. Si tus hijos te ven afrontar las dificultades como retos y no como problemas, seguro que consigues que ellos también las enfoquen así. De hecho, te animamos que vayas un paso más allá y que compartas con ellos historias tuyas en las que metieras la pata, te saliera algo mal o fuera problemático desde la perspectiva del humor.
Escribe frases de humor. Pueden ser citas célebres o creadas a medida, pero que te hagan reír o favorezcan un estado de ánimo positivo. Conviértelas en un mantra y recuérdalas cuando las cosas no vayan como te gustaría. Comparte estas frases con tu familia y anima a que cada uno cree las suyas propias. Algunos ejemplos: “Al mal tiempo, buena cara”, “Que nos quiten lo bailao”, "La vida vista de cerca es una tragedia, vista de lejos parece una comedia. Chaplin"
Favorece un buen ambiente en casa. La confianza y la seguridad ayudan a que nos riamos todos juntos. En esta guía “Ambiente familiar positivo” encontrarás gran cantidad de ideas para conseguir un clima familiar positivo.
Crea tu propio kit de risa. Esta es una idea que también se puede hacer en familia. Simplemente hay que reunir artículos de humor como pelucas, gafas, artículos de broma o cualquier otra cosa. También puedes incluir series o películas con las que te rías, libros graciosos o de chistes, viñetas… Perfecto para utilizarlo siempre que se necesite o cuando los ánimos estén bajos.
Rodéate de gente alegre y positiva. ¿Sabías que las emociones se contagian? Seguro que si piensas un poco, enseguida se te vienen a la mente personas de tu entorno que son alegres y que después de estar un rato con ellas, te sientes más animado y contento. Normalmente son personas con las que se está relajado, se puede actuar con espontaneidad y con las que las risas estas aseguradas. Busca este tipo de personas y conviértete tú también en una de ellas.

Despréndete de estos malos hábitos. Las críticas, quejas desmedidas, negativismo frecuente… Aunque hay que expresar lo que nos inquieta, preocupa o molesta, es importante hacerlo de tal manera que no nos perjudique a nivel emocional y psicológico. Regodearnos en lo que va mal o hacer leña del árbol caído, rara vez sirve para algo.
No te olvides de ser optimista. El sentido del humor requiere de cierto optimismo. No tienes que ser de los que lo ven todo de color de rosa siempre, porque eso tampoco sería bueno, pero si tienes que intentar tener presente todo lo bueno y constructivo que puede depararte la vida. Aquí puedes encontrar maneras para potenciar tu optimismo.
Crea tradiciones familiares divertidas. Contar chistes a la hora de cenar, hacer juegos de palabras o inventarlas, jugar a juegos de mesas dinámicos y divertidos, todos los fines de semana ver una comedia en familia… Introducir de forma natural el humor ayuda a interiorizarlo y a potenciarlo.
Pero en el sentido del humor, no todo vale. Te recomendamos que evites algunas actitudes o comportamientos que en ocasiones, confundiéndolos con sentido del humor, pueden convertirse en una molestia o confundir a tus hijos:
No recurras a la risa o el humor cuando veas que tu hijo está llorando, triste o con alguna emoción intensa. En un primer momento, cuando las emociones están a flor de piel, es recomendable empatizar y validar las emociones o preocupaciones de tu hijo. Después, cuando los ánimos se hayan calmado, puede ser un buen momento para ir introduciendo el humor si lo consideramos pertinente.
No utilices un humor irrespetuoso. En el sentido del humor tienen cabida miles de variables por eso te animamos a que escojas opciones respetuosas con los demás y que no discriminen. No hagas humor sobre la raza, las distintas capacidades personales, orientación sexual, religión o cualquier rasgo distintivo de una persona. El humor no es ridiculizar ni reírse de los demás, es reírse de uno mismo, es reírse con los demás y contagiarles con nuestra alegría.
Cuidado con el humor “verde”. Sobre todo cuando tus hijos sean pequeños, quizás sea interesante evitar los chistes verdes en su presencia. Por un lado es poco probable que los entiendan creando confusión y por otro, pueden reproducirlos en ambientes poco adecuados como en el colegio. Como ocurre con todo, el contenido del sentido del humor también hay que adaptarlo a la edad de los hijos.
Educar con alegría y sentido del humor es un regalo para toda la familia. Con frecuencia los hogares se convierten en lugares donde abundan las críticas, las caras largas y las quejas. El humor le da ese toque tan importante y especial que permite que el ambiente sea agradable y en el que poder vivir feliz.
Fuente consultada: “Tú puedes aprender a ser feliz” Carmen Serrat- Valera y Alexa Diéguez
Comments