¿Proteges la privacidad de tu familia?
- Educamos en Familia
- hace 3 horas
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Antes de publicar… piensa a quién estás abriendo la puerta
La privacidad y la conservación de la intimidad, en el ámbito personal y familiar, es un tema sobre el que creemos que es interesante reflexionar. Con el estallido de las redes sociales nuestras vidas están más expuestas que nunca, compartiendo públicamente cosas que años atrás sería impensable. Esto nos demuestra que, sin duda, las cosas están cambiando pero ¿este cambio es para mejor?

Consideramos que aunque es estupendo y sano compartir con los seres queridos algunos aspectos de nuestras vidas, hay que establecer límites para proteger la seguridad, intimidad y privacidad de la familia y de nosotros mismos. Nuestra primera recomendación es que antes de compartir algo, pienses bien el qué y con quién.
En los últimos años ha aparecido el término “Sharenting” que hace referencia a los padres que comparten de forma frecuente contenido sobre sus hijos en redes sociales. De hecho se estima que casi el 90% de las familias lo hace de forma habitual. Te animamos a que te hagas estas preguntas para saber en qué punto te encuentras:
¿Comparto en redes sociales datos que puedan facilitar la localización o ubicación de algún miembro de mi familia o de mí mismo? (Datos personales, rutinas, colegios, ubicaciones…)
¿Mis perfiles de redes sociales son privados? ¿Acepto como seguidores a personas con los que tengo relación en la vida real o también a desconocidos?
¿Reviso con frecuencia las políticas de privacidad de las aplicaciones que uso?
¿Actualizo contraseñas de forma periódica?
¿Soy consciente de que lo que publico en internet puede quedarse de forma permanente en la red?
Antes de subir un contenido a la red, ¿pienso en si me gustaría que cualquier persona u organismo tuviera acceso a esta información?
¿Comparto fotos o información de otras personas sin su consentimiento?
¿Comparto en tiempo real lo que hace mi familia o yo?
Ahora que ya has reflexionado sobre el uso que haces de internet y de las redes sociales, sigamos profundizando en el tema.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE PROTEGER LA PRIVACIDAD DE LA FAMILIA EN REDES SOCIALES?
Seguridad
Hay personas con malas intenciones que pueden sacar provecho del contenido que compartes en redes sociales. Pueden conocer tus rutinas, saber cuándo estás de vacaciones y tu casa se queda vacía, a qué colegio van tus hijos… Esta información pueden utilizarla para cometer robos, fraudes... Todos pensamos que no nos va a ocurrir a nosotros, que esto solo les ocurre a las personas que son influyentes en redes o famosas, pero la realidad este tipo de delitos hoy es más fácil que nunca y en parte es por como gestionamos nuestra privacidad.
Respeto a nuestros hijos
La infancia hay que protegerla por encima de todo. En internet abunda contenido en el que salen niños de todas las edades y en todo tipo de circunstancias. Ese material es subido a la red mayoritariamente por las familias y aunque se hace sin mala intención, puede tener consecuencias. Como sabrás, la información que subimos a internet no sólo se “queda” en nuestros perfiles (aunque los tengamos privados) sino que, con los conocimientos adecuados, cualquiera podría acceder a ella. Quizás no sabes que:
Gran parte del material requisado a delincuentes sexuales, tiene como origen los perfiles de redes sociales de los padres. De hecho, la Policía Nacional ha revelado que en España, el 72% del contenido incautado a pedófilos son imágenes cotidianas. Aunque puede parecer algo inocente, hay personas malintencionadas que pueden adueñarse de ese contenido con fines delictivos (acercarse a los hijos, crear perfiles falsos, comercializar con esas fotos…) Si estas interesado en saber más sobre el acoso pederasta o grooming, te recomendamos que leas este artículo.
Las políticas de protección de datos de algunas redes sociales tienen “letra pequeña”. Hay algunas de ellas que cuando aceptas sus condiciones de uso, permites que almacenen tu contenido digital y puedan distribuirlo para fines comerciales. Por ejemplo, si subes fotos o cualquier otra información de tus hijos podrías, sin ser consciente de ello, estar contribuyendo a que ese contenido sea utilizado por terceros.
La huella digital es permanente. Aunque elimines el contenido, lo que se sube, ya no desaparecerá nunca de la red.
Exponer la vida de los hijos, antes de que ellos puedan decidir y estén preparados para hacerlo, puede generarles ansiedad, presión social o problemas de autoestima en el futuro. Hay contenido que puede parecernos gracioso pero que nuestros hijos lo vean como algo humillante, ridículo o que simplemente hubieran preferido que no compartieras. En encuestas realizadas a jóvenes, en torno al 42% de los entrevistados, afirmaban que se habían sentido avergonzados o en desacuerdo. Debemos ser sensatos y respetuosos con la vida de nuestros hijos ya que somos los responsables de su protección y cuidado.
Transmitimos valores importantes
Hacer un buen uso de las redes sociales, procurando preservar la intimidad y la privacidad de la familia, ayuda a que nuestros hijos integren estos valores tan importantes. Si nosotros, como figuras de referencia, no trasladamos la importancia de la privacidad, acabarán no dándoles el valor que merece. Hoy en día observamos como los jóvenes, y no tan jóvenes, no diferencian entre lo que es apropiado compartir y lo que no y tampoco aciertan el foro en el que hacerlo. No es raro ver en redes sociales fotos del abuelo ingresado en el hospital, el video de una riña entre hermanos o alguien explicando sus problemas conyugales. Cuando se expone la vida de tal manera, ¿qué crees que pueden interiorizar tus hijos? Lo normal es que crezcan sin darle valor a la intimidad, confundiendo los límites entre lo que puede hacerse público de lo que debe permanecer privado. De hecho, ya lo estamos viendo al comprobar el preocupante aumento del intercambio de fotos íntimas entre los adolescentes. La privacidad nos protege y esa es una idea muy importante a transmitir.
Protección de la imagen social
Cuando exponemos nuestra vida y la de nuestros hijos, corremos el riesgo de que la gente opine y no siempre de buenas formas. Pueden surgir críticas, malos entendidos, cotilleos e incluso comentarios hirientes. Ser discretos nos ayuda a tener relaciones cordiales y prevenir situaciones difíciles de gestionar.
¿CÓMO HACER UN USO RESPONSABLE DE LAS FOTOS Y VIDEOS DE LOS HIJOS EN REDES SOCIALES?
Seguridad ante todo. No publiques fotos o videos que revelen datos que faciliten la localización, identificación o acceso a tus hijos. Por ejemplo: fotos o videos en los que aparezca su rostro, ubicaciones, nombre del colegio, uniforme, direcciones, teléfonos, edad … Lo ideal es no subir contenido de tus hijos mientras sean menores de edad pero si decides hacerlo, hazlo de tal manera que no se sean reconocibles.
Piensa en tu hijo. Antes de compartir en tus redes o con otras personas fotos o videos de tus hijos, piensa si es necesario hacerlo o si ese contenido puede hacerle sentir mal o incómodo en un futuro. Recuerda que lo que puede ser muy gracioso en un niño pequeño puede ser desagradable cuando este niño crece.

Activa filtros para controlar la visibilidad. La huella digital es prácticamente imposible de borrar, pero puedes utilizar opciones que limiten quien puede acceder a tu contenido. Aunque no te protegerán al cien por cien, pueden ser unas alternativas más seguras. Ten siempre tus perfiles privados, no compartas fotos o vídeos en grupos donde hayan muchas personas (aunque las conozcas), selecciona bien a tus seguidores… Te recomendamos que de forma periódica, revises las políticas de privacidad para asegurarte que tu contenido sigue protegido.
No olvides que siguen existiendo canales seguros en los que poder compartir fotos de forma privada y sin necesidad de hacer uso de redes sociales. Algunas de las más frecuentes:
Aplicaciones de mensajería de cifrado de extremo a extremo. Por ejemplo: los chat privados de Whatsapp o Telegram. Es importante que desactives la opción de almacenaje de contenido en la nube.
Almacenaje en la nube pero con una contraseña. Por ejemplo: Dropbox, ICloud, OneDrive… En este caso se pueden hacer álbumes compartidos con la familia pero hay que asegurarse de disponer de una contraseña segura y fuerte y con verificación en dos pasos.
Otras plataformas específicas. Por ejemplo: Cluster, Familio o 23Snaps. Están diseñadas para compartir fotos con la familia de forma segura.
Si decides subir contenido, elígelo bien. Hay muchas fotos o videos que nos parecen de lo más inocentes y aunque puede que así sea, hay personas que pueden tener malas intenciones y hacer un uso inadecuado de ellas. Evita subir contenido en el que tus hijos salgan desnudos o semidesnudos, en el cuarto de baño, durmiendo… Respecto a las fotos o videos que puedan ser comprometedores, lo recomendable es no compartirlas con nadie.
Cuando sean mayores de edad y con más madurez, puedes involucrarlos en la decisión de qué contenido es razonable subir y cuál no. De esta forma no sólo estarán dando su “consentimiento” sino que además desarrollaran la conciencia digital para que puedan hacer un uso correcto de sus redes en un futuro.
Comunica a tu familia o amigos tu decisión. Todos tenemos móvil con cámara por lo que no es raro que tíos, abuelos o cualquier otro familiar tomen fotos o hagan vídeos en reuniones y fiestas. Lo recomendable es que transmitas cómo quieres que se usen aquellas en las que salgan tus hijos.
Ideas para hablar con la familia:
Sé amable pero claro. “Sabemos que tu intención es buena pero te pedimos que no le hagas fotos a Pedro. Queremos conservar su privacidad e intimidad todo lo posible”
Ofrece alternativas más seguras. “Puedo mandarte alguna foto en papel o por privado para que la guardes”
Mantente firme y actúa de forma congruente si alguien insiste. “Entendemos que esta medida no te parezca adecuada pero hemos decidido que esto es lo mejor para la seguridad y cuidado de la familia”
También debes actuar con coherencia. Si pides a tu familia que respeten esta norma, tú también debes hacerlo. No tiene sentido que solicites esto si luego tú no paras de compartir contenido relacionado con tus hijos. No debe haber excepciones ya que el mensaje y la decisión puede dar lugar a confusión.
Como padres tenemos la responsabilidad de proteger la integridad, intimidad y seguridad de nuestras familias. Te animamos a que reflexiones sobre el tema que hemos desarrollado en este artículo y que decidas cómo quieres enfocarlo a partir de ahora.






