MÁS EDUCACIÓN, MENOS DISTRACCIÓN: UN COLEGIO SIN PANTALLAS YA ES REALIDAD

Ya es una realidad. A partir del próximo curso los colegios madrileños no podrán utilizar dispositivos digitales en clase. Ni ordenadores personales, ni tabletas, ni móviles... su uso estará regulado dentro y fuera del aula. Si bien los profesores podrán hacer uso de las tecnologías de manera compartida, (por ejemplo, proyectar una lección en la pizarra digital o ver un documental), los alumnos menores de 12 años no podrán tener libros digitales ni dispositivos electrónicos de uso personal. Tampoco tendrán deberes relacionados con ellos, contribuyendo así a que su exposición diaria a las pantallas se reduzca notablemente. 

Con ello se pretende cumplir la recomendación de prohibición total de pantallas para los más pequeños (educación infantil) y limitar su uso máximo a dos horas semanales para los niños de 12 años. 

¿A QUÉ SE DEBE ESTE CAMBIO? 

Esta medida se debe a la preparación de una ley para la protección de niños y adolescentes respecto al uso de pantallas (Proyecto de la Ley Estatal de Protección de los Menores en Entornos Digitales) que obligará a las diferentes Comunidades Autónomas a adaptar las normas escolares respecto al uso de dispositivos. Por este motivo viviremos una notable transformación de los centros educativos españoles que deberán abogar por herramientas más tradicionales para el aprendizaje. La reforma se hará evidente el próximo curso escolar 2025-26 en la Comunidad de Madrid, pero es cuestión de tiempo que se aplique en el resto de nuestra geografía. 

¿POR QUÉ SE TOMA ESTA DECISIÓN?

Las investigaciones aportan datos que animan a limitar el uso de las pantallas. Nuestros pequeños están perdiendo, entre otras cosas, habilidades de lectoescritura y cada vez sostienen menos su atención. 

Esto se sabe porque en España, al igual que en otros países europeos, se realizan pruebas periódicas que miden los conocimientos alcanzados por el alumnado en las etapas educativas obligatorias, (pruebas PISA, Evaluaciones de Diagnóstico Escolar…). Desde hace unos años, los resultados de las diferentes pruebas, (nacionales y europeas) arrojan resultados poco esperanzadores respecto a los aprendizajes que sugieren la necesidad de utilizar mejores metodologías de aprendizaje. 

Por otro lado, algunos países ya han retirado o restringido los dispositivos de sus colegios. Es el caso de Suecia, Finlandia, Dinamarca, Países Bajos… en muchos de estos lugares los niños han vuelto a los libros de texto en papel y la escritura manuscrita con la intención de mejorar sus competencias básicas. Las investigaciones recientes proponen un repunte de buenos resultados. 

Además, algunos estudios de salud psicológica relacionan el uso de pantallas con el aumento de los problemas de salud mental. Los diagnósticos de ansiedad, depresión, fobia social y otros problemas han aumentado exponencialmente en los últimos años, viéndose que aquellos niños y jóvenes que están más conectados suelen presentar más problemas. 

Evidentemente el asunto no es negar la gran oportunidad que supone el uso de internet para aprender, trabajar, socializar, investigar… Comporta grandes beneficios que han transformado el mundo adulto. Pero parece que el efecto negativo que supone en el desarrollo cerebral nos anima a que se use con mucha cautela principalmente durante los primeros años de vida. 

¿QUÉ VENTAJAS TIENE PARA EL DESARROLLO INTELECTUAL INFANTO-JUVENIL UN MUNDO SIN PANTALLAS?

Aunque no es justo “demonizar” las tecnologías, (al final, como decíamos, la red supone nuestra gran ventana al mundo), la pedagogía ya afirma que el aprendizaje de lápiz y papel es más duradero y significativo. 

Una educación escolar sin pantallas contribuye al esfuerzo que hacen muchas familias para “nadar contracorriente” y limitar el uso de los dispositivos en el hogar. Pero además un colegio en el que el uso de los dispositivos se elimine o reduzca considerablemente puede contribuir al aprendizaje a través de los siguientes logros, relacionados con el rendimiento académico, el pensamiento crítico, las habilidades sociales y el bienestar emocional:

• La ausencia digital es buena para la salud física en general, principalmente para la visión, los dolores de cabeza y la higiene postural. También se reduce el estrés producido por la “hiperconectividad”. 

• Los colegios sin pantallas utilizan mejores métodos para educar y entrenar la capacidad atencional del alumnado. Esto se debe a que se dedica más tiempos de concentración y que los contenidos se presentan de forma que requieren cierto tiempo para su comprensión y elaboración. Los alumnos se acostumbran a dedicar ese tiempo al aprendizaje y entrenan su atención. 

• Sin móviles se interrumpe menos la concentración. Algunas investigaciones relacionan los dispositivos con el número de veces que los adolescentes inspeccionan su mochila o se ausentan al lavabo para chequear posibles notificaciones. Esto, (que también les sucede a algunos adultos) hace que la concentración en las tareas disminuya. Sin móviles se reducen las distracciones, por lo que los alumnos pueden estar más centrados a lo que ocurre en el aula. 

• Se mejora el rendimiento académico, con aprendizajes significativos y duraderos.

• Se favorece el desarrollo de la creatividad, ya que hay momentos de concentración, ensimismamiento (e incluso aburrimiento), en el que los alumnos no son interrumpidos por estímulos llamativos o excesivos. Esto les ayuda a “sacar lo mejor de su fuero interior”. 

• Los estudiantes, principalmente de educación infantil y primaria, recurren más a la lectura tradicional cuando se acostumbran a desenvolverse en un entorno libre de pantallas. 

• También en el aula se escribe más en general, lo que deriva en una mejora de la caligrafía, ortografía, y habilidades de expresión escrita en general. Por eso, se cree que la educación sin pantallas fomenta el desarrollo de habilidades y competencias cognitivas, ya que, tal y como decía Chomsky, pensamiento y lenguaje van unidos.  

• Los alumnos que escriben más de forma tradicional también piensan más y mejor, por lo que se aprecia un mejor desarrollo neurológico y cognitivo. Las investigaciones demuestran que el ejercicio manual de la escritura promueve conexiones neurológicas distintas a las que se generan al teclear. Esto es muy importante para el desarrollo del cerebro infantojuvenil, ya que, bajo el lema de “lo que no se usa, se pierde”, los neurólogos nos advierten de la importancia de adquirir cada aprendizaje a su tiempo para no perder habilidades irremediables. 

• Los ejercicios escritos también son un apoyo para desarrollar técnicas memorísticas adecuadas, ya que se favorece la retención de información y la capacidad para estructurar ideas, lo que incita a un aprendizaje más profundo.

• Desde el punto de vista social, la desconexión ayuda a estar más conectados con personas de la misma edad, por lo que se favorece el desarrollo de habilidades de comunicación oral y de destrezas sociales. En alumnos mayores, las mejoras son notables principalmente en los momentos de más socialización, como las entradas y salidas del centro y los momentos de recreo, ya que participan más. Esto repercute de forma positiva en la salud mental de los estudiantes. 

  
  

Además de todo esto, creemos que el hecho de limitar el uso de dispositivos en las aulas ayuda a conseguir la madurez suficiente para poder desarrollar una identidad digital sana y responsable. 

Por todo ello, desde la Fundación, celebramos esta estupenda noticia y te animamos a que abordes este cambio con optimismo. 

Si te apetece leer más sobre el uso de pantallas, te recomendamos algunos artículos de ayuda que ya tienes disponibles en nuestra web