El poder de la amistad
Esta es la historia de dos personas que gracias al amor y a la amistad cambiaron el rumbo de sus vidas.
Sanford Greenberg y Arthur Garfunkel, se conocieron en la universidad de Columbia. Sanford ingresó como un joven muy prometedor. Garfunkel era un estudiante de arquitectura que además cantaba en el coro. Pronto se convirtieron en compañeros de cuarto y buenos amigos.
Pocos meses después, todo se desmoronó. Un glaucoma mal diagnosticado complicó la vista de Greenberg que finalmente quedó ciego en el tercer año de universidad.
Psicológicamente devastado y muy deprimido, Greenberg abandonó los estudios y se aisló en la casa familiar.
Fue entonces cuando el joven músico viajó a buscarlo y le convenció de volver y retomar sus estudios. En la universidad, Greenberg dependía plenamente de su amigo, que leí los libros en voz alta para él y le ayudaba con la redacción de sus entregas. Cambió su vida para acomodarla a la de su amigo. Sin el ánimo y la ayuda de Arthur Garfunkel, Greenberg no hubiera regresado a Columbia.
Esta primera parte nos muestra la fuerza del valor de la amistad Muchos estudios afirman que la amistad reduce el estrés, el miedo y la inseguridad. Una amistad sólida y sincera nos ayuda a adaptarnos a los cambios y a la adversidad. Afrontar las dificultades de la vida es más fácil con un amigo a tu lado que te guía, te aconseja, te apoya y te ayuda a levantarte y volver a empezar. Otro dato curioso es que las personas que tienen amigos perciben el dolor con menos intensidad. Esto es así porque la sensación de dolor puede verse incrementada o reducida en función del estado emocional y está comprobado que la amistad, regula el ánimo y lo mejora significativamente.
El acto sincero de afecto y generosidad entre estos dos amigos, no quedo ahí. Un día Arthur, alegando como excusa que tenía que irse rápidamente, dejó solo a Sanford en mitad del campus. Se quedó completamente solo en medio de la multitud. Greenberg sentía como la gente lo empujaba, estaba aterrorizado. A pesar de ello salió corriendo buscando el camino de vuelta a su habitación. Se tropezó, se hizo daño en las piernas, y aun así se levantó buscando el camino de vuelta. Finalmente consiguió llegar a su dormitorio, donde su amigo le estaba esperando. Le pidió perdón, le dijo que era la manera de demostrarle su capacidad e independencia y como podría salir adelante sin su ayuda en el futuro. Sin saberlo, estaba ayudando a su amigo a desarrollar su resiliencia. Este gesto funcionó. Greenberg se lo agradecería toda su vida.
Sanford se graduó en Arte y en Administración de Empresas. Recibiendo posteriormente una maestría y doctorado en la universidad de Harvard y otros títulos en Oxford.
Las circunstancias de Sanford Greenberg no parecen ser las idóneas ni las más fáciles. Sin embargo, su ceguera no le frenó, aprendió a aceptar que las cosas en la vida no vienen siempre por elección y asumió las dificultades físicas y psicológicas. Esto es el valor del esfuerzo, interiorizarlo nos ayudará en todos los aspectos de nuestra vida.
Un gesto de amistad devuelto
De vuelta en la Universidad, Arthur Garfunkel dedicaba el tiempo a estudiar, ayudar a su amigo y a cantar en el coro. Formó un dúo con otro amigo de la infancia, Paul Simon.
Mientras terminaba las asignaturas, quiso grabar su primer demo. Sin embargo, no tenían fondos. Fue cuando se puso en contacto con su ex compañero de habitación y amigo Greenberg. Este sólo tenía 400 dólares en su cuenta bancaria, pero sin pensarlo dos veces, le dió todo el dinero a Garfunkel. Sintió que era la hora de devolver todos los años de amabilidad que le había demostrado.
Con el dinero Simon y Garfunkel grabaron su primer álbum “Wednesday Morning, 3 AM” en 1964. El álbum no tuvo mucho éxito, aunque una canción destacó – The Sound of Silence. Al año siguiente el título se disparó al puesto número 1, convirtiéndose el dúo Simón & Garfunkel en uno de los grupos del momento y pasando a tener una gran carrera musical.
Este gesto es otro gran ejemplo del valor de la amistad. La amistad nos hace generosos y nos hace pensar en el bien común. Las personas con amigos desde temprana edad, son mucho más generosas y tienen una actitud de ayuda hacía los demás. Es muy importante rodearse de buenos amigos por la influencia positiva que pueden ejercer sobre nosotros en todos los momentos de la vida.
Más de cincuenta años después de conocerse en la universidad, Sanford y Arthur, siguen siendo amigos.
Esta historia nos habla de esfuerzo, de superación, de empatía, de amor y sobre todo del valor de la amistad. Conseguir tener relaciones sanas y estables es importante pero más aún valorarlas y mantenerlas.
Por eso creemos que la amistad es un valor muy importante que inculcar. Son muchos los beneficios que supone tanto a nivel social como psicológico.
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