LOS VALORES SON LAS VERDADERAS PIEDRAS PRECIOSAS DE LA CRIANZA
Los psicólogos educativos y clínicos de la fundación Educamos en familia procuramos desde nuestros conocimientos y experiencia infanto-juvenil y terapéutica, aportarte un asesoramiento científico y ético para la educación intrafamiliar. Para ello, escribimos semanalmente nuevas recomendaciones sobre la crianza y educación conscientes y muchos de nuestros artículos tratan de cómo lograr una educación familiar responsable y ética. Por ese motivo, te invitamos a reflexionar sobre algunas de las ideas generales en torno a lo que supone una adecuada educación con valores.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR VALORES?
Los valores son aquellos principios o convicciones personales que sirven a una persona o a una familia como modelo y ejemplo de comportamiento. Son actitudes emocionales y mentales que determinan acciones éticamente correctas, es decir, nos indican cómo actuar adecuadamente y cómo tratar a los demás. Los valores nos hacen más libres a la hora de tomar una decisión acertada y resistente a las malas influencias.
Los valores personales nos definen y nos hacen ser tal y como somos. Por supuesto que educar en valores a los hijos es uno de nuestros derechos y obligaciones como padres. Actualmente nadie pone en duda que la crianza va mucho más allá de alimentar y abrigar a los hijos. La educación en valores es imprescindible entre los propósitos de la crianza y probablemente todos estamos bastante convencidos de ello. Pero ¿te has planteado alguna vez quién es el agente responsable de esta transmisión de valores? ¿Has decidido quién quieres que eduque a tus hijos? ¿Lo hacen la televisión, las redes sociales, un grupo de iguales o realmente lo haces tú?
Entendemos que educar en valores es responsabilidad de la familia y supone además una aventura apasionante. Aunque en ocasiones exige gran esfuerzo, no hay nada más satisfactorio que ver crecer a los hijos educados, equilibrados, coherentes y responsables. Esta puede ser la mayor felicidad para ti y también para ellos y al hacerlo les estás haciendo el mejor regalo posible.
¡QUÉ IMPORTANTE EDUCAR EN VALORES!
Las investigaciones lo avalan. Los grandes expertos en educación sostienen que nuestra felicidad personal y la de las personas que nos rodean se relaciona estrechamente con tener unos valores morales firmes y comportarnos acorde a ellos. Por eso pensamos que ayudar a tus hijos a desarrollarlos es la mejor inversión que puedes hacer en su futuro y felicidad. Además, diferentes estudios psicológicos indican que la educación en valores durante la infancia y la adolescencia tiene numerosas ventajas:

Contribuye al bienestar emocional, a través de valores como la empatía, la paciencia y el autocontrol, que forman parte de la inteligencia emocional.
Desarrolla una autoestima saludable y una autovaloración ajustada, gracias a valores como la honestidad, la humildad y la autoaceptación.
Ayuda conseguir las metas y objetivos, fortaleciendo el autocontrol, la voluntad y el esfuerzo.
Fortalece la integridad, fomentando la honestidad, la justicia, la responsabilidad y orientando a la persona a actuar de acuerdo con principios éticos.
Los valores funcionan como una brújula para tomar decisiones justas y correctas, tanto a nivel personal como profesional, priorizando el bien común y el respeto por los demás.
Mediante la formación en valores como la responsabilidad y el compromiso, niños y adolescentes desarrollan una mayor conciencia social, despertando un interés por el bienestar colectivo.
Fomenta una convivencia pacífica, fundamentada en valores como el respeto, la tolerancia y la empatía, el amor y la compasión.
Como ves, son muchos los argumentos que confirman que la educación en valores contribuye a la felicidad, ya que las personas que son capaces de actuar en función de unos valores coherentes son mucho más felices y hacen más felices a los demás.
Además de todo esto, la crianza de los hijos conforme a unos valores familiares puede suponer un crecimiento personal de los padres, ya que supone una oportunidad para desarrollar de forma consciente nuestros propios valores a sabiendas que, al transmitirlos a nuestros hijos, estamos también contribuyendo a mejorar nuestra sociedad.
Así es. No hay mejor proyecto de vida imaginable que ayudar a tu hijo a desarrollar sus talentos y fortalezas, así como unos valores sólidos que le ayuden a dar lo mejor de sí mismo a los demás y a ser un ciudadano noble, generoso, responsable y solidario.
¿TE ANIMAS?
En cada una de nuestras guías descargables analizamos un valor, lo definimos y hablamos de cómo promoverlo en familia. Te daremos recomendaciones muy sencillas y prácticas para educar desde tu propio ejemplo y aprovechar las ocasiones cotidianas para inculcar a tu familia la voluntad y la constancia suficientes como para llegar tan lejos como deseen. Si deseas leer sobre un valor en una edad concreta, también puedes buscar directamente en nuestros artículos específicos.
Somos conscientes de que educar en valores a veces no está muy de moda. Pongamos, por ejemplo, el caso de educar en la responsabilidad y el esfuerzo. Resulta un valor importantísimo. Sin embargo, con frecuencia nos rodean mensajes del tipo “aprenda inglés sin esfuerzo” o “adelgace sin esfuerzo” … Lamentamos decepcionar al lector, pero pensamos que sin esfuerzo no se puede conseguir prácticamente nada. Por el contrario, un músculo del esfuerzo bien desarrollado acercará a tus hijos a lo que se propongan, ya que les dotará de la voluntad, constancia y compromiso suficientes para abordar tareas y responsabilidades que, a pesar de ser aburridas largas o complejas, le ayuden a conseguir sus objetivos en la vida. El esfuerzo permite superar la pereza y renunciar a la gratificación inmediata, posponerla con el fin de perseguir un fin mayor, sin desanimarnos ante los posibles obstáculos que puedan surgir. De hecho, la mayoría de las personas que han logrado algo importante en la vida lo han conseguido a base de dosis enormes de esfuerzo, constancia y perseverancia.
La buena noticia es que esta capacidad para esforzarse y otros muchos valores pueden empezar a entrenarse desde el nacimiento. Y que los mejores “influencers” en esta bonita tarea de educar en valores son los padres. Si te sientes motivado y te interesa saber cómo hacerlo con niños de cualquier edad o adolescentes puedes consultar las guías completas.
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