El papel de la Madre en la Familia
- Educamos en Familia
- 3 may
- 6 Min. de lectura
Actualizado: hace 4 días
Para todos es innegable el papel fundamental que la madre tiene en la familia, no solo
por ser quien nos da la vida, junto con el padre, sino por todo lo que representa
emocional, psicológica y socialmente.

Vamos a mencionar algunas de las importantes funciones que cumple la madre:
Fuente de amor y seguridad: Desde el nacimiento, la madre suele ser la primera fuente de afecto y protección. Su cariño da al niño la seguridad emocional que necesita para explorar el mundo y desarrollar confianza en sí mismo y para desarrollar el vínculo de apego, tan importante para su crecimiento emocional.
Es fuente importantísima de contacto físico y afecto.
Modelo de valores y comportamientos: Las madres transmiten valores como el respeto, la empatía, la responsabilidad, la generosidad, el amor incondicional, el perdón no solo con palabras, sino sobre todo con su ejemplo diario.
En ocasiones hemos podido observar que las madres tienen más dificultad para poner normas y límites. Pero debes saber que son tan importantes como el amor.
Apoyo emocional constante: A lo largo de la vida, la madre suele ser un refugio emocional para los hijos. Escucha, consuela, motiva y da fuerza en momentos de dificultad.
Educadora principal en los primeros años: Durante los primeros años, la madre enseña habilidades básicas como hablar, caminar, comportarse y relacionarse. También ayuda a moldear la forma en que los niños perciben el mundo. Este papel es deseable compartirlo con el padre y cada vez son más los padres que así lo hacen.
Organizadora del hogar: Muchas veces (aunque hoy en día cada vez es más compartido con el padre), la madre coordina rutinas, horarios, celebraciones, citas médicas, educación, alimentación… su labor invisible sostiene el funcionamiento de la familia.
Generadora de vínculos familiares: La madre suele actuar como puente entre generaciones (abuelos, tíos, primos) y crea tradiciones familiares que dan identidad y sentido de pertenencia. Fiestas importantes: navidades, cumpleaños, comidas familiares…..
Promotora del desarrollo personal: Una madre que apoya, reta y alienta a sus hijos y les apoya y acompaña en las dificultades, sin tratar a toda costa de protegerles de cualquier pequeña adversidad que la vida les ofrezca, les está ayudando a crecer con autoestima, resiliencia y perseverancia y a luchar por sus sueños.
Ejemplo de resiliencia: A menudo, las madres son ejemplo de fortaleza ante las adversidades, enseñando a los hijos cómo enfrentar los desafíos de la vida con entereza.
Las estadísticas reflejan la importancia del papel de las madres en la crianza y el cuidado de los hijos en contextos de separación o divorcio.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), (España, 2023) en los divorcios con hijos menores:
48,4% de los casos se otorgó la custodia compartida.
47,8% se otorgó la custodia exclusiva a la madre.
3,5% se otorgó la custodia exclusiva al padre.
0,3% se otorgó a otras instituciones o familiares.
Familias monoparentales en España
En 2020, los hogares hogares monoparentales en España, representaban el 10,4% del total de hogares.
De estos hogares, el 81,4% estaban encabezados por mujeres, lo que evidencia una predominancia de madres como únicas cuidadoras y proveedoras en este tipo de familias. Lo que en muchos casos da lugar a un empobrecimiento de la familia
Ser madre es algo muy satisfactorio pero hoy día las madres con frecuencia enfrentan una carga desproporcionada en la crianza y el cuidado del hogar, lo cual impacta directamente en su desarrollo profesional.
La conciliación busca equilibrar el tiempo y la energía que una persona dedica al trabajo y a su vida personal o familiar. Para muchas madres, esto implica poder atender las responsabilidades del hogar y la crianza sin renunciar a sus metas profesionales. En nuestro el artículo , Conciliación laboral: ¿es posible? Te mostramos como conseguir un equilibrio entre el trabajo y la familia, centrándote en aquellos aspectos que dependen exclusivamente de ti.
Hoy sabemos que el amor y la presencia del padre también son esenciales, y que el ideal es que madre y padre compartan y se complementen en estas funciones.
Pero queremos hacer hincapié y recordar que no debemos confundir la atención, el cuidado amoroso, el contacto físico y el amor incondicional de los padres con la permisividad y la sobreprotección, la falta de rutinas y el pavor a que el niño llore en algún momento o experimente la menor frustración.
Esta creencia de que el niño no debe llorar en ningún momento, así como otras creencias, conduce a muchos padres de hoy día a una falta de rutinas y horarios, dormirle en brazos, darle de comer cuando quiere, meterle en el lecho conyugal, generando una serie de hábitos, que resultan difíciles de reconducir después, añadiendo fuertes cargas a la crianza, con pérdida del descanso debido de los padres y del derecho a su intimidad.
A un niño se le educa desde la cuna. Si estableces unos horarios, unas rutinas, unos hábitos, probablemente el niño coma y duerma sin generarte dificultades especiales, a no ser que está malito e insistimos, esto no está reñido con ser súper cariñoso, cuidar al bebé, volcarse con él, crear un vínculo fuerte y sano con él..

Te ofrecemos unas sugerencias sencillas y útiles para ejercer tu papel de madre.
Llena cada día de pequeños gestos de cariño
Los abrazos, regalarle sonrisas, contarle cuentos, cantarle canciones, estimularle y jugar son gestos de amor con los más pequeños. Escuchar, comentar las incidencias del día, contar historias de la familia, una comunicación positiva, tratar de evitar las prisas y las tensiones (sabemos que no es fácil) con los más mayores son gestos cotidianos que dan a los hijos una base de amor y seguridad para crear un vínculo seguro. En nuestra página Educamos en familia encontrarás numerosas sugerencias para crear un ambiente positivo en casa.
Enséñales con tu ejemplo. Es una de tus herramientas más poderosas.
Recuerda que tus hijos aprenden más viéndote que escuchándote. Si quieres que sean amables, pacientes, responsables… sé tú primero todo eso, con ellos y con los demás.
Escucha con todo tu corazón
Cuando tus hijos hablen, míralos a los ojos, guarda el móvil, escucha de verdad. Para un niño (¡y para un adulto!) ser escuchado es sentir que es importante.
Celebra sus logros, grandes y pequeños
Aplaude cuando afronten un desafío, cuando se esfuercen, cuando sean generosos, cuando ayuden, cuando cumplan sus tareas y responsabilidades. El elogio crea niños seguros y valientes.
Crea momentos especiales en familia
No hace falta hacer grandes planes. Cocinar juntos, leer un cuento en la cama, dar un paseo agarrados de la mano, pasear por la naturaleza, descubrirles las maravillas de la vida, grandes y pequeñas… esos momentos son tesoros que se guardan en el corazón.
Enséñales que los errores no son fracasos
Cuando se equivoquen, ayúdales a ver que los errores son oportunidades para aprender. Así criarás hijos resilientes, que no se rinden fácilmente.
Edúcales en la gestión emocional.
Ayúdales a reconocer sus emociones, a ponerles nombre, a gestionarlas sin dejarse desbordar por ellas, todo ello poco, respetando sus posibilidades según la edad.
Disfruta con ellos del aprendizaje de valores
Que resultarán piedras preciosas en su vida: el esfuerzo y la responsabilidad, La amistad, el amor, la bondad y la generosidad, la austeridad, el optimismo, la humildad, el respeto.
Cuida de ti y de vosotros
Cuídate para poder cuidar a los tuyos. Dedícate pequeños ratitos para recargar las pilas: un baño tranquilo, leer tu libro, meditar, salir a caminar y cultivar vuestra relación de pareja con tiempo e intimidad para vosotros.
Recuerda:
No hay madres perfectas, pero para todos los niños sus madres son maravillosas. Cada gesto de amor, aunque pequeño, es un regalo que tus hijos llevarán siempre en su corazón. Pero igual de importante que es enseñarles valores, educarles en la resiliencia y con normas y límites. No dejes que tus miedos te lleven a sobreprotegerle, contagiándoselo e impidiéndole crecer y desarrollar su autonomía.
El mejor regalo
Los centros comerciales han creado y realzan el día de la madre con el objetivo de vender más.
No es necesario gastar dinero, mostrar gratitud y reconocimiento son los mejores regalos que le puedes ofrecer a una madre. Recuerda la importancia de educar en la austeridad y en la creatividad. Este día puede ser una buena ocasión
En este día, te animamos a que agradezcas a tu madre todo lo que te ha dado , así como a la madre de tus hijos, todo lo que hace por ellos . Te animamos a que les ayudes a ellos a mostrárselo a su madre. Conseguirás emocionarla de verdad.
También puedes enseñar a tus hijos a escribir una carta de gratitud según su edad. Te ofrecemos algunos modelos: Carta de gratitud de hijo adolescente o joven y Carta de gratitud de niño.
Esperamos que si estas leyendo este artículo y eres madre, te valores y reconozcas a ti misma el papel que desempeñas en la familia. Que potencies tus cualidades y fortalezcas las áreas que creas que pueden contribuir a tu bienestar y al de tu familia. Y si estás leyendo esto y eres hijo o marido, no dejes de mostrar gratitud y amor ya que tus palabras y afecto son el combustible perfecto para que no se agote la energía para continuar con esta labor.
"Recuerda: no hay madres perfectas".
Comments