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Parábola para reflexionar: La relatividad de la riqueza




Para nosotros, la GRATITUD es un valor fundamental. Un principio, una forma de ver la vida que, nos ayuda a crecer cómo personas, contribuye a que mantengamos relaciones sociales sanas y, sobre todo, nos ayuda a ser más felices.


Nos gustaría haceros llegar un mensaje sencillo y contundente: VALORA LO QUE TIENES.

Para ello hemos rescatado una breve parábola que, seguro, os hará pensar.


La importancia de valorar lo que tenemos


Érase una vez un padre de familia acomodada que llevó a su hijo a un viaje por el campo, con el firme propósito de que viera lo pobre que era la gente que allí vivía, que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que ellos eran.


Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en la granja de una familia campesina muy humilde.


Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le preguntó a su hijo:

- ¿Qué te pareció el viaje?

- Muy bonito, Papá. – respondió el hijo.

- ¿Y viste que pobre y necesitada puede estar la gente? preguntó de nuevo el padre.

- Sí. – respondió el hijo.


El padre quería saber más, por lo que siguió preguntando:

- ¿Y qué aprendiste?


A lo que el hijo respondió:

“Pues he visto que nosotros tenemos un perro en casa y ellos tienen cuatro, que nosotros tenemos una piscina de 25 metros y ellos tienen un arroyo que, no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas lujosas en el patio y ellos tienen miles de estrellas. Nuestro patio llega hasta el límite de la casa de al lado y el de ellos tiene todo el horizonte.”


Especialmente, Papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia, y tú y mamá tenéis que trabajar mucho, casi nunca os veo y rara es la vez que podéis hablar conmigo.


Al terminar el relato del hijo, el padre se quedó mudo, y su hijo agregó:


“Gracias Papá por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser.”


Si algo nos enseña este breve relato es que ni la verdadera riqueza ni la pobreza, están determinadas por los objetos materiales o el dinero.

A veces necesitamos que, la visión limpia de un niño nos recuerde lo que es realmente importante.

El valor del campo, la naturaleza, el rio. No el valor de los bienes materiales que, además, en ocasiones para lograr obtenerlos, necesitamos trabajar mucho y esto con frecuencia afecta a la familia y a la convivencia familiar. La visión clara de los niños nos recuerda que, algo tan sencillo cómo pasear por el campo, alrededor de un río o mirar las estrellas, es un gran tesoro.



Todos debemos cultivar el valor de la gratitud. Si queréis ahondar en este maravilloso valor os invitamos a leer los artículos relacionados que encuentras al final del artículo.



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